TU PROGRESO, TUS REGLAS
Uno de los errores más comunes entre los jugadores de ajedrez —especialmente los principiantes— es caer en la trampa de compararse con los demás. “Mi amigo comenzó después que yo y ya me gana”, “¿Por qué ese niño avanza más rápido que yo?”. Pensamientos así solo generan ansiedad y frustración. La realidad es simple: cada ajedrecista tiene su propio ritmo de progreso, y eso está bien.
🚶♂️ Cada camino es único
Todos aprendemos de manera diferente. Hay quienes asimilan conceptos tácticos rápidamente, mientras que otros tienen más facilidad para los finales o la estrategia posicional. Algunos progresan de forma constante, otros avanzan a saltos. Lo importante no es quién va más rápido, sino que tú no dejes de avanzar.
⏳ La comparación mata la motivación
Cuando te comparas con otros, pierdes de vista tus propios logros. Tal vez hace unos meses cometías errores muy básicos y hoy ya los has superado. Quizás ya no caes en trucos simples, o ya dominas una apertura que antes te costaba mucho. Eso es progreso. Míralo. Valóralo.
🔍 Enfócate en lo que puedes controlar
-
¿Estás estudiando con regularidad?
-
¿Analizas tus partidas, incluso las que ganas?
-
¿Te das el tiempo para practicar y reflexionar?
Si respondes sí a estas preguntas, estás en el camino correcto, independientemente del ritmo de los demás.
✅ Tu único punto de comparación debe ser… tú mismo
Compara tu juego de hoy con el de hace un mes, seis meses, un año. Ese es el verdadero medidor de tu progreso. El ajedrez es una maratón, no una carrera de velocidad. Si sigues entrenando con constancia y paciencia, los resultados llegarán. Y serán tuyos, auténticos y bien ganados.
Publicar un comentario