En los finales de partida, debemos activar nuestras "antenas ajedrecísticas" y comenzar a buscar, de forma consciente, la posibilidad de crear un peón pasado. Este recurso no solo nos acerca a una promoción, sino que puede marcar la diferencia entre empatar o ganar.
Muchos jugadores, incluso con experiencia, ignoran la posibilidad de generar un peón pasado y se concentran únicamente en mover piezas sin un objetivo claro. Esta falta de precisión puede costar medio punto… o la partida entera.
¿Qué significa "crear" un peón pasado?
Crear un peón pasado no es solo aprovechar uno que ya existe, sino provocar una situación —a veces a través de cambios o sacrificios— donde nuestro peón quede libre del control de los peones enemigos en su camino al final del tablero.
Veamos un ejemplo clásico, donde se crea un peón pasado imparable.
Notese que 2.hxg da la posibilidad del rey negro a acercarse al peón blanco y capturarlo.
Enseñanza clave para entrenadores
Una excelente tarea para los estudiantes es aprender a detectar momentos en los finales donde pueden forzar la creación de un peón pasado. Pueden preguntarse:
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“¿Qué pasa si cambio este peón?”
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“¿Qué columna queda libre?”
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“¿Quién llega primero al peón pasado?”
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“¿Cómo puedo distraer al rey rival?”
Conclusión
No basta con tener peones: hay que crear ventajas reales. Y un peón pasado en el final, si se juega con precisión, vale oro. Entrena esta habilidad con regularidad. ¡Verás cómo tus finales se transforman!
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