Por Nibaldo Calvo Buides
Hoy 15 de mayo se celebra el Día del Maestro, por lo que le envío mis más cordiales felicitaciones a todos los maestros del mundo, principalmente a los que se encuentran vinculados con la actividad ajedrecística.
Aprovecho la ocasión para autofelicitarme, ¿qué creen?
Como maestro de ajedrez he vivido experiencias maravillosas, y me siento regocijado al haber tenido la oportunidad de impartirle lecciones de ajedrez a cientos de personas de diversos países.
Como es sabido, en los últimos años he apoyado el desarollo del ajedrez mexicano.
Exhorto a todos los maestros de ajedrez a que tomen sus trabajos con mayor seriedad y constancia, para que los resultados positivos lleguen en el menor tiempo posible.
A todos los felicito en su día.
Y comparto con todos algunos consejos para mejorar como maestros:
Los buenos maestros tienen metas altas para todos sus estudiantes. Ellos esperan que todos los estudiantes puedan y logren ser exitosos en su salón, y no se dan por vencido con los estudiantes que van atrasados.
El buen maestro de ajedrez debe llegar a su salón temprano y listo para enseñar. Presentar las lecciones en una forma clara y estructurada. Sus salones deben estar organizados de una forma que limite las distracciones.
Los maestros eficaces usan los hechos para enseñar desde un principio, no hasta el final; siempre hacen preguntas que empiezan con ¿por qué?, ven todas las perspectivas de un asunto y motivan a los estudiantes a predecir qué es lo que va a pasar. Ellos hacen preguntas a los estudiantes frecuentemente para asegurarse que todos los estudiantes están atentos. Intentan motivar a toda la clase, y no permiten que unos pocos estudiantes dominen la clase. Mantienen a los estudiantes interesados en aprender con tácticas variadas e interesantes.
Los buenos maestros son agradables, accesibles, entusiastas y cariñosos. Los maestros con estas cualidades se quedan después de la escuela y están disponibles para los estudiantes y los padres que los necesiten. Ellos se envuelven en comités escolares y actividades, y demuestran un compromiso con la escuela.
Los buenos maestros exhiben amplio conocimiento en las materias que enseñan y dedican tiempo para continuar su propia educación en su materia. Ellos presentan material escolar con entusiasmo e inculcan en los estudiantes las ganas de aprender más fuera de la escuela.
Evite crear el hábito de explicar la lección nueva. Resulta común que el maestro piense que es su deber. Considero más productivo darle la oportunidad al alumno para que por sus propios medios, mediante guía que le entregue, abordar el tema de estudio y construya su propio conocimiento.
No enseñes a dar respuestas correctas. Es mejor enseñarlos a hacer preguntas, y de esa manera tendrá más posibilidades de progresar en los conocimientos y en sus vidas en sentido general.
Hoy 15 de mayo se celebra el Día del Maestro, por lo que le envío mis más cordiales felicitaciones a todos los maestros del mundo, principalmente a los que se encuentran vinculados con la actividad ajedrecística.
Aprovecho la ocasión para autofelicitarme, ¿qué creen?
Como maestro de ajedrez he vivido experiencias maravillosas, y me siento regocijado al haber tenido la oportunidad de impartirle lecciones de ajedrez a cientos de personas de diversos países.
Como es sabido, en los últimos años he apoyado el desarollo del ajedrez mexicano.
Exhorto a todos los maestros de ajedrez a que tomen sus trabajos con mayor seriedad y constancia, para que los resultados positivos lleguen en el menor tiempo posible.
A todos los felicito en su día.
Y comparto con todos algunos consejos para mejorar como maestros:
Los buenos maestros tienen metas altas para todos sus estudiantes. Ellos esperan que todos los estudiantes puedan y logren ser exitosos en su salón, y no se dan por vencido con los estudiantes que van atrasados.
El buen maestro de ajedrez debe llegar a su salón temprano y listo para enseñar. Presentar las lecciones en una forma clara y estructurada. Sus salones deben estar organizados de una forma que limite las distracciones.
Los maestros eficaces usan los hechos para enseñar desde un principio, no hasta el final; siempre hacen preguntas que empiezan con ¿por qué?, ven todas las perspectivas de un asunto y motivan a los estudiantes a predecir qué es lo que va a pasar. Ellos hacen preguntas a los estudiantes frecuentemente para asegurarse que todos los estudiantes están atentos. Intentan motivar a toda la clase, y no permiten que unos pocos estudiantes dominen la clase. Mantienen a los estudiantes interesados en aprender con tácticas variadas e interesantes.
Los buenos maestros son agradables, accesibles, entusiastas y cariñosos. Los maestros con estas cualidades se quedan después de la escuela y están disponibles para los estudiantes y los padres que los necesiten. Ellos se envuelven en comités escolares y actividades, y demuestran un compromiso con la escuela.
Los buenos maestros exhiben amplio conocimiento en las materias que enseñan y dedican tiempo para continuar su propia educación en su materia. Ellos presentan material escolar con entusiasmo e inculcan en los estudiantes las ganas de aprender más fuera de la escuela.
Evite crear el hábito de explicar la lección nueva. Resulta común que el maestro piense que es su deber. Considero más productivo darle la oportunidad al alumno para que por sus propios medios, mediante guía que le entregue, abordar el tema de estudio y construya su propio conocimiento.
No enseñes a dar respuestas correctas. Es mejor enseñarlos a hacer preguntas, y de esa manera tendrá más posibilidades de progresar en los conocimientos y en sus vidas en sentido general.
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