Por Nibaldo- Instructor FIDE
Todos los que hemos amado el ajedrez hemos pasado por eso. Un día lo sientes todo: la pasión, la adrenalina, el asombro. Y luego… ya no.
No es que odies el ajedrez. Es peor: te deja de importar. La emoción se apaga. El tablero ya no llama como antes. Y te preguntas: ¿Será que perdí el amor por el ajedrez?, ¿Y ahora qué hago?
💔 ¿POR QUÉ PIERDO LA MOTIVACIÓN?
A veces el ajedrez deja de ilusionar por muchas razones:
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Fatiga mental después de años de estudio o competencia.
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Frustración por no mejorar o por resultados negativos.
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Comparación constante con otros jugadores (¡las redes sociales no ayudan!).
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Cambios de vida: trabajo, familia, responsabilidades, prioridades.
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Falta de comunidad o sentirse solo en el proceso.
Y en muchos casos… simplemente porque no es como antes. Ya no sientes esa chispa que te hacía mirar partidas hasta las 2 a.m.
🔥 ¿CÓMO RECUPERAR LA PASIÓN POR EL AJEDREZ?
Aquí tienes 7 ideas que pueden ayudarte a reconectar con tu amor por el juego:
1. Cambia el objetivo, no el juego
A veces, lo que cansa no es el ajedrez, sino tu enfoque actual. Si ya no quieres competir, ¿por qué no enseñar?
Si no disfrutas estudiar aperturas, ¿por qué no resolver miniaturas tácticas?
👉 Cambia el propósito, no renuncies al tablero.
2. Hazlo divertido otra vez
Juega sin presión. Con amigos. Con música. Con comentarios locos en voz alta.
Haz un torneo casero. Ríete cuando pierdas. Juega solo con caballos.
Recuerda que el ajedrez también es un juego, no solo una batalla intelectual.
3. Rodéate de otros locos del tablero
A veces, lo que necesitas no es más estudio, sino más comunidad.
Habla de ajedrez con amigos. Ve partidas con alguien. Únete a un club local o virtual.
La pasión es contagiosa.
4. Enseña, aunque sea lo básico
Cuando enseñas, redescubres el juego desde otra mirada.
Un niño que aprende a mover el caballo por primera vez puede devolverte el brillo en los ojos.
5. Crea algo con el ajedrez
Escribe. Haz videos. Dibuja. Comparte tus pensamientos o partidas.
Convertir tu experiencia en contenido te permite vivir el ajedrez desde otra dimensión.
6. Recuerda por qué empezaste
¿Fue por una película? ¿Por tu abuelo? ¿Por el sonido de las piezas?
Vuelve ahí. Revisa tus primeras partidas. Tu primer torneo.
La nostalgia, bien usada, enciende fuegos que parecían apagados.
7. Acepta que el amor cambia con el tiempo
Ya no sientes lo mismo, y está bien.
El ajedrez puede evolucionar en tu vida: de obsesión a hobby, de hobby a profesión, de pasión a compañera silenciosa.
No tiene que doler. Solo fluye distinto.
🌟 CONCLUSIÓN
A veces, cuando crees que ya no amas el ajedrez, lo que ocurre es que tu forma de amarlo está evolucionando.
No renuncies. Reinvéntate.
El ajedrez siempre te espera. A veces con pasión, a veces con paz.
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