Por Maestro Internacional cubano  Ramón Huertas Soris
Actualmente vive en el Estado de Yucatán, México


En la historia del ajedrez cubano existe un jugador renombrado Eleazar Jiménez, que fue el primer MI de la Revolución Cubana y que jugó durante varias décadas contra numerosos Campeones Mundiales y con los mejores jugadores del mundo.

Cuando entrenaba a Walter Arencibía en 1986, para su asistencia al Campeonato Mundial Juvenil, Eleazar era el presidente de la Federación Cubana de Ajedrez y a principios de ese año me llamó y me dijo:

-Me han solicitado la opinión técnica sobre las posibilidades de Walter de hacer buen papel en el Mundial; he estado viendo sus partidas y quisiera intercambiáramos un poco sobre el estilo de este joven-.

Eleazar tenía lista algunas partidas de Walter y reprodujo dos de ellas, sin decir nada, hasta que culmino con la segunda; entonces me dijo:

-¿Qué opinas de ese reguero de piezas que forma Walter en sus partidas? ¿Crees que así se puede jugar a altos niveles?-





Lo conocía y entendía claramente que le había sido delegada la responsabilidad de decidir si realmente valía la pena invertir tanto para asistir a ese mundial juvenil, que ya se sabía iba a ser de los más fuertes que nunca se hubieran jugado. En esa conversación se decidía si realmente se asistiría al Mundial en Julio. También sabía muy bien que Eleazar era un típico representante de la escuela posicional del ajedrez y que en su reconocida trayectoria el éxito había transitado por el esquema básico de los maestros de los años 50 y 60:

CON BLANCAS:

Mantener la ligera ventaja de la salida e irla incrementando poquito a poco, controlando tácticamente (se trata de una visión táctica no profunda, pero si muy exacta y enfocada a la estabilización de pequeñas ventajas o a pequeños incrementos de la misma) las posibles complicaciones, donde la ventaja tuviera que mantenerse por vías intensas y algo inciertas, por salirse de esquemas técnicos habituales.

CON NEGRAS

Jugar esquemas sólidos, donde la mínima ventaja blanca de la salida se fuera apagando; manteniendo la mencionada táctica, de carácter no profundo pero si muy exacta, como instrumento básico para aprovechar el momento en que a las blancas se le escape el control de las complicaciones que las lleven a perder ante las negras la ventaja; para seguidamente pasar al enfoque ya expresado de cómo jugar con blancas, siempre con una gran disposición a jugar finales técnicos para los que habían invertido la mayor parte de los esfuerzos de estudio individual.

Recuerdo que le dije algo así:

-El ajedrez ha cambiado mucho, cuando comencé en 1985 a entrenar al equipo nacional juvenil tenía 2440 de elo y llevaba trabajando años junto a Jesús Nogueiras, que es muy completo como jugador de talento amplio y multifacético; por lo que al principio no entendía el talento de los jóvenes del Equipo Nacional Juvenil, me parecía que sus defectos de cultura técnica en ajedrez eran grandes y constituían bloqueos para poder guiarlos hacía la alta maestría; pasaron algunas semanas para que me diera cuenta de que esos jóvenes eran talentosísimos, solo que el punto fuerte de sus juego era una especial capacidad táctica que estaba empañada por falta de entrenamiento sistemático del cálculo concreto y ,efectivamente, cuando se les entrenó por el punto fuerte y se le dieron algunas bases sólidas de conceptos estratégicos, estos jóvenes nos empezaron a ganar como inexpertos a muchos Maestros establecidos. Ellos no comprenden mejor el ajedrez conceptual, no saben tanto de cultura estratégico-táctica del juego como nosotros los Maestros no tan jóvenes, pero definitivamente se aprecia que juegan de otra forma muy intensa y francamente creo que esa forma de jugar es superior al ajedrez como lo concebimos nosotros los más viejos. Si te soy sincero, siento que el entrenamiento de estos jóvenes ha ganado mucho en productividad ha partir del momento en que entendí que debo también aprender de ellos un poco de ese toque “de nuevo ajedrez” que traen en sus talentos personales-

Y agregue:

-Walter ha recibido el fruto de muchas de las investigaciones teóricas de años que realice con Nogueiras y el equipo nacional juvenil ha tomado la preparación de Walter como una forma de comprobar las ventajas del trabajo por equipo que tanto éxito está dando a los ingleses actualmente; donde las aperturas se estudian investigando cada cual en diferentes línea de una misma apertura o defensa, para juntar finalmente esas investigaciones y ponerlas a disposición de todos. Walter está muy fuerte, el juega ajedrez al filo de la navaja, remata asumiendo riesgos, es un maestro del presente del ajedrez y no será fácil ganarle a ninguno de los fuertes jugadores que van al mundial porque está finamente entrenado, sobre todo en sus puntos fuertes que es la forma a la que le estamos apostando-.

Eleazar me escucho en silencio, se recostó en su silla y me dijo:

-Bien, luego continuamos esta conversación; quisiera que me pasaras las partidas de entrenamiento que está jugando Walter.

Durante dos semanas le pasaba a dejar las partidas que Walter iba jugando en su entrenamiento; algunas comentadas por él mismo Walter, según un listado de preguntas que llamamos el “Cuestionario del Entrenador”, que consiste en una técnica de comentario de las partidas propias, a partir de un cuestionario elaborado por el entrenador jugada a jugada durante una partida de entrenamiento de dos horas; preguntas numerosas y variadas que contemplan valoraciones posicionales y teóricas de aperturas y su preparación, calculo concreto, control emocional, táctica competitiva y muchos aspectos de la actitud que es necesario para un rendimiento alto en ajedrez.

Eleazar solo me decía: ya vi las otras y me recibía las partidas de turno que le entregaba. Un día me dijo:

-Mañana quiero que te desocupes en la tarde, para que veamos este asunto de Walter-.

Bueno sabía que ya me darían el veredicto; así fue:

-Mira Huertas- Me dijo con su acostumbrado gesto de mirarlo a uno por encima de sus lentes.

- Hay problemas con el presupuesto y se nos ha pedido que reduzcamos un poco los gastos y esto de la asistencia de ustedes al Mundial es muy costoso. Yo había pensado decirte que suspendemos ese viaje, pero cambie de idea y hace dos días entregue una argumentación técnica donde concluyo que si deben asistir al evento; y quiero decirte porque lo decidí así: he reproducido muchas partidas de Walter en estos días y creo que sí, es otro el tiempo y no debemos ver el ajedrez de la forma que ya no procede; el juego de ajedrez es ahora más dinámico y hay que jugar con menos tiempo entre partida y partida, por lo que es necesario arriesgar más para rematar cuanto antes la partida y ganar tiempo para lo que sigue y ahora creo que, en ese juego “regado” de Walter, hay mucho veneno y parece que él se mueve en esas posiciones venenosas como pez en el agua-.

¡Con esa conversación quedó claro que si asistiríamos al mundial juvenil de 1986, donde Walter se finalmente coronó Campeón Mundial Juvenil!.


He narrado la anterior experiencia como introducción para un tema que considero sumamente importante para el entrenamiento ajedrecístico en pos de la alta maestría en figuras jóvenes de estos tiempos; se trata de lo siguiente:

Son numerosos los caminos (rutas técnicas diferentes) para avanzar hacia la alta maestría en ajedrez, tantos; que casi me atrevo a decir que es decisivo personalizar totalmente esas rutas para establecer la mayor de las garantías de desarrollo continuo y exitoso de un joven con talento, en su tránsito hacia el ajedrez magistral de alto nivel.

Próximamente ampliaremos más sobre tales rutas con ejemplos prácticos del ajedrez mexicano.