Por Lic. Nibaldo Calvo Buides
Siempre mis clases de ajedrez las convierto en una mezcla de ajedrez con humor, para que los alumnos no se aburran y vean que se puede aprender a jugar ajedrez de manera relajada.
En ocasiones les pongo algún ejercicio en el tablero mural, de manera intencional les pongo uno donde sus respuestas deban ser negativas, y a propósito les pregunto: ¿Está bien o está mal?
Entonces varios chicos levantan la mano, y yo designo a uno, quien muy contento me contesta: “¡Está mal!”.
A lo cual yo le pregunto: ¿Qué tipo de tamal?, ¿De carne de res, de carne de cerdo…?
Y mira que funciona mi chiste!!!!
Lo digo porque todos comienzan a reirse y se hacen cómplices de mi chiste.
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