Por Lic. Arnaldo Calvo Buides

COLABORACION DESDE CUBA


De mis alumnos, Darién Solís es el más aventajado, por eso de vez en cuando como parte de su preparación le oriento realizar una simultánea contra el resto, o parte, de sus compañeros de equipo.
¨Maestro, por qué no pones una silla frente a cada jugador, para que Darién no tenga que estar tanto rato de pie¨, me sugirió el pequeñín Ronald, uno de los tres que ese día enfrentaba al simultaneísta.

Le expliqué las características de las simultáneas, que se realizan de pie. Y en el caso que nos ocupaba, Darién enfrentaba a solo tres competidores. ¨Imagínense que el récord nacional, que pertenece al Gran maestro Leinier Domínguez, es de 150 rivales.¨




Todos se quedaron boquiabiertos por la noticia ¨ ¿Se imaginan ustedes cuánto tuvo que caminar Leinier en ese momento?¨, los interrogué mientras razonaban que lo de Darién era algo imperceptible en comparación con lo de Leinier, acontecido el 21 de febrero de 2004 en la Escuela Internacional de Educación Física y Deporte, en La Habana.

Entonces, el destacado ajedrecista concluyó con 139 victorias, 10 tablas y una sola derrota, de manos del niño de 8 años Bryan Manuel Frías Rey, alumno de la Escuela de Talento del Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez, quien lo aventajó en solo 21 movidas de una apertura Ruy López.

Esta sesión de simultáneas, iniciada a las 9:44 am y concluida a las 8:36 pm, superó la anterior plusmarca que desde el 28 de abril de 1991 estaba en poder del Gran Maestro matancero Reynaldo Vera.





Por cierto, yo fui uno de los 130 participantes en aquella jornada que comenzó a la 1:30 pm y finalizó alrededor de las 9 de la noche. Justamente, mi partida fue la última, la cual debido a mi inexperiencia perdí a pesar de tener una gran ventaja.

Vera obtuvo 95 victorias, entabló 20 y perdió 15. Los cálculos indican que caminó entre 5 y 6 kilómetros durante la sesión.

El cubano José Raúl Capablanca fue el primero en la historia del ajedrez en jugar frente a más de 100 jugadores, en 1922, hazaña que lo consideró como el mejor simultaneísta de la época.



El entonces campeón mundial jugó contra 102 en la ciudad de Cleveland, Ohio (Estados Unidos), y alcanzó 101 victorias y una derrota, en solo 7 horas de juego. Entre sus contrincantes se encontraban varios campeones del oeste y de otros Estados de la Unión.

Poco duró esta marca, pues ese propio año el norteamericano Frank J. Marshall lidió contra 155 en Montreal, Canadá, con saldo de 126 triunfos, 21 empates y 8 derrotas.

El argentino Miguel Najdorf, célebre por sus hazañas como simultaneísta sin mirar el tablero, fue también recordista del orbe en la modalidad clásica. Consta como el primero en sobrepasar las 200 partidas: jugó contra 202 en 1947 en Brasil, y ganó 182, entabló 12 y perdió 13.

Previo a la implantación del récord nacional cubano por el Gran Maestro Reynaldo Vera, el 28 de abril de 1991, el periodista José Gonzalo Bayolo publicó en el periódico Juventud Rebelde que a nivel mundial los récords habían subido mucho.

Comentaba que en 1976 pertenecía al Gran Maestro de la antigua Checoslovaquia Vlastimir Hort, quien contendió contra 550. Y decía que luego supo que el germanoccidental Karl Podzilny había jugado contra 571, y la última noticia que tenía era que Hort iba a enfrentar en la ciudad alemana de Colonia a 601 aficionados.

En cuestiones de simultáneas, Cuba tiene sus méritos, pues coincidiendo con la celebración de la XVII Olimpiada Mundial de La Habana en 1966, en la Plaza de la Revolución de esta capital se realizó la sesión de partidas simultáneas más grande de la historia hasta ese momento, que constó de 6840 tableros.

En el mismo lugar, en el 2002 este récord mundial y Guinness se eleva a la cifra a 11 mil 320 tableros, durante la clausura de la I Olimpiada del Deporte Cubano, y dos años después como colofón de la II edición del evento de referencia asciende a 13 mil.

En esta ocasión se efectuó en la Plaza Ernesto Che Guevara, en la ciudad de Santa Clara (Villa Clara), y contó con la presencia del ex campeón mundial ruso Anatoli Karpov.

Retomando el tema sobre mi presencia en la simultánea ante el Gran Maestro Reynaldo Vera, además he participado en otras 5 ante reconocidos ajedrecistas, y no creo que me haya ido tan mal, pues si bien el Gran Maestro Walter Arencibia y su homóloga Yaniet Marrero también me derrotaron, obtuve triunfos ante el entonces Maestro Internacional con Norma de Gran Maestro Julio Becerra (Gran Maestro radicado en Estados Unidos), y el Maestro Internacional Néstor Vélez.

En tanto logré un empate frente al Maestro FIDE venezolano Juan Rohl, en la Universidad de La Habana, en el período 1995-2000, mientras yo realizaba estudios en la Facultad de Derecho.

Por cierto, mi graduación como abogado se la debo en parte al ajedrez, pues su práctica sistemática me transmitió el hábito de estudio y constancia para lograr propósitos superiores, como el de convertirme en profesional.