Por Nibaldo Calvo Buides
Ya fue presentado en este espacio mi amigo Julio Fuentes, más conocido por EL TIBURÓN, quien es uno de los principales animadores del ajedrez en mi Jagüey Grande natal (provincia de Matanzas, Cuba).
(Pueden checar el siguiente ENLACE).
Esta vez les contaré otra anécdota donde él vuelve a ser el principal protagonista.
Como les comenté, en Jagüey Grande realizábamos torneos prácticamente todos los fines de semana.
No eran torneos que se reportaban para rating nacional ni rating FIDE; pero todos los jugadores nos enfocábamos en jugar bien, en perfeccionar nuestro juego.
Se respiraban aires de camaradería, de amistad, bien valía la pena dedicar el fin de semana al ajedrez.
Oh!!!!, como extraño aquellos tiempos y a aquellas buenas personas.
Entre los competidores hacíamos chistes, y bromeábamos, principalmente con una persona en específico: EL TIBURÓN, porque él sabía sacarle provechoso a los chistes que le lanzaban la gente.
Recuerdo que en plena partida, el contrincante en turno solía decirle en alta voz al TIBURÓN (para que los presentes se enteraran): TE TENGO TREMENDO ATAQUE.
A lo que el TIBURÓN respondía (no sin antes adquirir una pose estirada y mirar a su alrededor para ver si todos lo estaban mirando:
SERÁ UN ATAQUE DE ASMA; PORQUE EN NUESTRA PARTIDA NO TIENES NADA.
Y las risas se escuchaban por todo el salón de juego.
Ya fue presentado en este espacio mi amigo Julio Fuentes, más conocido por EL TIBURÓN, quien es uno de los principales animadores del ajedrez en mi Jagüey Grande natal (provincia de Matanzas, Cuba).
(Pueden checar el siguiente ENLACE).
Esta vez les contaré otra anécdota donde él vuelve a ser el principal protagonista.
Como les comenté, en Jagüey Grande realizábamos torneos prácticamente todos los fines de semana.
No eran torneos que se reportaban para rating nacional ni rating FIDE; pero todos los jugadores nos enfocábamos en jugar bien, en perfeccionar nuestro juego.
Se respiraban aires de camaradería, de amistad, bien valía la pena dedicar el fin de semana al ajedrez.
Oh!!!!, como extraño aquellos tiempos y a aquellas buenas personas.
Entre los competidores hacíamos chistes, y bromeábamos, principalmente con una persona en específico: EL TIBURÓN, porque él sabía sacarle provechoso a los chistes que le lanzaban la gente.
Recuerdo que en plena partida, el contrincante en turno solía decirle en alta voz al TIBURÓN (para que los presentes se enteraran): TE TENGO TREMENDO ATAQUE.
A lo que el TIBURÓN respondía (no sin antes adquirir una pose estirada y mirar a su alrededor para ver si todos lo estaban mirando:
SERÁ UN ATAQUE DE ASMA; PORQUE EN NUESTRA PARTIDA NO TIENES NADA.
Y las risas se escuchaban por todo el salón de juego.
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