Por Nibaldo- Instructor FIDE
LOS PADRES ESTÁN DESTRUYENDO EL FUTURO DE SUS HIJOS EN EL AJEDREZ
Hay verdades que nadie quiere decir, pero alguien tiene que hacerlo:
el 80% de los niños que pierden el amor por el ajedrez no lo hacen por el deporte… lo hacen por sus padres.
Sí, lo dije. Y lo sostengo.
Hoy, las redes están llenas de padres que publican fotos de sus hijos con medallas, trofeos y títulos pomposos… pero lo que no muestran es todo lo que pasó detrás:
Gritos,
presión,
llantos,
y un niño que ya no quiere tocar una pieza nunca más.
El ajedrez infantil se está convirtiendo en un circo
Muchos padres no buscan que su hijo aprenda, disfrute o mejore.
Buscan algo muy distinto:
✔ trofeos para presumir,
✔ likes en Facebook,
✔ “orgullo familiar”,
✔ compararse con otros padres,
✔ vivir su propia frustración a través del niño.
Mientras tanto, el pobre chico lo único que quiere es jugar con sus amigos o ver YouTube… pero no puede, porque tiene clases de ajedrez 5 días a la semana, más torneos el fin de semana. ¿Y si pierde?
Ahí vienen las miradas frías, los sermones, la culpa, el castigo silencioso.
Y luego se preguntan por qué a los 12 años abandonan el ajedrez.
Padres que creen que un maestro lo arregla todo
Muchos padres dicen: “Mi hijo no mejora, necesito un mejor entrenador.”
No.
Lo que necesitan es mirarse al espejo y aceptar que el problema no es el entrenador…
es la presión absurda que ponen sobre el niño.
He visto campeones juveniles con talento REAL que quedaron destruidos emocionalmente por la presión familiar.
Y también he visto niños normales, felices y sin presión, convertirse en jugadores fuertes simplemente porque amaban el juego.
El ajedrez NO es la vida del niño… es la vida del padre
Ese es el problema.
Padres que no saben perder.
Padres que discuten con árbitros.
Padres que quieren que su hijo “sea campeón nacional” cuando ni siquiera saben mover un caballo.
Padres que confunden disciplina con tortura.
El niño aprende un mensaje muy claro:
“Si gano, me quieren.
Si pierdo, decepciono.”
Eso no es ajedrez.
Eso es una bomba emocional.
Lo más irónico
Los mismos padres que presionan a sus hijos para que sean “campeones”…
¡ni siquiera leen un libro de ajedrez!
No estudian, no se preparan, no apoyan, no aprenden, no ayudan.
Solo exigen.
¿Quieres que tu hijo sea fuerte en ajedrez? Te doy el secreto:
Déjalo amar el juego, y él solito irá lejos.
El ajedrez es un arte, una pasión, un desafío personal.
Si lo conviertes en una carga, lo matarás.
Si lo conviertes en una obligación, lo destruirás.
Y si lo conviertes en tu propio ego…
el ajedrez desaparecerá de la vida de tu hijo.
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