Por Lic. Nibaldo Calvo Buides

El ajedrez está en crisis. Los profesionales del deporte ciencia ven reducidas sus opciones para vivir del mismo.

El desarrollo científico-técnico, mas la aparición de Internet, ha posibilitado el surgimiento y auge de ajedrecistas por doquier, con calidad envidiables.

Actualmente hay menos torneos “serios”, y hay más inconformidad de los jugadores hacia los organizadores, porque las condiciones son pésimas...en muchos casos  no hay ni condiciones.  Tratan a un Gran Maestro o Maestro Internacional como si fuera un jugador de la liga de las Naranjas....si, esa Liga de Barrio que yo jugaba cuando era un chamaquito.

En los Torneos actuales pocos trebejistas se reparten el botín. Y aunque han aparecido eventos donde se reparten premios por rango de ELO, no es suficiente. Ganan algún que otro premio, pero no alcanza para vivir de eso.

Uno de los motivos esenciales que ha conllevado a la crisis del ajedrez es la incapacidad de muchísimos directivos de Federaciones Nacionales y Estatales, quienes están ajenos a las necesidades de sus ajedrecistas. Ni se preocupan y mucho menos se ocupan de sus deportistas. Ante cualquier reclamo, sueltan el estribillo: NO HAY RECURSOS.

Acaso ellos desconocen que una de sus funciones es luchar ese recurso? Si no hay, hay que acercarse a patrocinadores, hacer nueva labor de Mercadotecnia……tocar puertas, ventanas....entrar por el techo si se requiere!!!! Pero algo hay que hacer, pero no seguir cruzados de manos, y mucho menos buscando la manera de beneficiarse económicamente de manera personal en el periodo de su administración.

Un ejemplo detestable de mal trabajo lo tenemos en la Federación de Ajedrez de México A.C (FENAMAC) , la cual conozco bastante bien. El Lema de la Federación Internacional de Ajedrez es: GENS UNA SUMUS (SOMOS UNA FAMILIA), para la FENAMAC es: SOMOS UNA FAMILIA…DISFUNCIONAL.
Los propios ajedrecistas mexicanos no confian en la FENAMAC.  Yo tampoco.


EL POQUER VENCE AL AJEDREZ?

“Señores organizadores y funcionarios de las federaciones del ajedrez, basta ya por favor con esa profanación desenfrenada del Ajedrez! En lugar de buscar cómo invertir un mínimo para premios atrayendo un máximo número de titulados y aficionados, en lugar de eso piensen por favor como se puede dignificar nuestro maravilloso pero gravemente enfermo de la miseria: el juego-ciencia!”, es el reclamo del Gran Maestro ruso Oleg Korneev, quien al leer una página de Póquer quedó sorprendido: “Los resultados de última semana - el vencedor de un torneo internacional de Castellón lleva 28.000 Euros, el 3o del Internacional Milano - 40.000, 33o del Torneo de Barcelona - 17.000."

Y hace alusión a un torneo de ajedrez, en el que participaría: "...los 45 titulados (Grandes Maestros y Maestros Internacionales compiten 10 días en el Open Sants de ajedrez por unos 10.000 Euros de premios en total! En un torneo que cuenta con más de 500 participantes!!”

“Que está pasando, Señores. SOCORRO!!! A donde hemos llegado, que mas bajo nos caímos?!!”

Por tal motivo los jugadores de ajedrez se están volteando hacia el póquer, el cual no les resulta complicado para acomodarse en esta modalidad de juego, porque pueden aprovechar mejor sus cualidades como ajedrecistas: paciencia, análisis y capacidad de cálculo, concentración, etc…

El trebejista de mayor rango que actualmente se dedica profesionalmente al póquer es el GM Alexander Grishcuk, quien es patrocinado por Unibet.


Otras figuras del ajedrez que juegan póquer son: la Maestra Internacional femenil WMI Almira Skripchenko, asi como los GMs Morozevich, Gustaffson, Kaidanov, etc…

Pero uno de los más populares es Dan Harrington, quien fue Maestro de Ajedrez y se pasó al póquer, donde ha obtenido grandes triunfos, destacándose su victoria en la Serie Mundial de Póquer 1995.



El éxito de estos ajedrecistas en el póquer ha dado como resultado que otros trebejistas los quieran imitar, con la intención de sobresalir en una disciplina que al parecer se ocupa de premiar correctamente a los ganadores.

El póquer ha aparecido en el escenario. No pretende competir con el ajedrez. Simplemente existe, y si los ajedrecistas se van hacia él, es señal de que algo no funciona bien con el ajedrez.