Por Lic. Nibaldo Calvo Buides
A la indagatoria ¿Y por qué no aceptó algunas propuestas de tablas como la que le realizó el gran maestro García Palermo?, fue categórico el Gran Maestro danés Bent Larsen, quien cuando entonces, en el 2008, contaba con 73 años : "Es que yo no hago tablas en 9 jugadas...".
Larsen participaba en el I Magistral Ruibal 2008 de Ajedrez, con sede en Argentina, donde entre 11 jugadores ocupó el último lugar con cero punto de 9 posibles. Inesperado resultado para el ex campeón de Dinamarca y Escandinavia y participante de varios ciclos Candidatura.
Pero Larsen ofreció una gran lección de lucha sobre el tablero, la búsqueda del punto a como diera lugar, fue fiel a la famosa frase de Lasker: El Ajedrez es lucha.
En lo particular, estoy en contra de los pactos de tablas en pocas jugadas, máxime si sucede en torneos de alto nivel y entre ajedrecistas de alto nivel, porque además de denotar falta de combatividad, serán imitados por los ajedrecistas jóvenes, quienes cuando en el día de mañana se encuentren arriba, pues continuarán con el mal hábito de pactar tablas en 7 u 8 movidas y listo!... a recoger las piezas que nos vemos de fiesta!!
La comunidad ajedrecística internacional se ha pronunciado por doquier en aras de erradicar este cáncer de las tablas cortas, que desalienta tanto a aficionados como a organizadores de torneos. Estos últimos quedan en el punto de mira porque luego deben responder ante los medios de comunicación por qué el torneo no cumplió las expectativas, por qué más del 50% de las partidas concluyeron en tablas….como si hubieran sido ellos los protagonistas de las tablas de “recoge y vamos.”
Una de mis propuestas para que disminuyan las tablas cortas y así conseguir que se incremente la lucha sobre el tablero es que el resultado de una partida sea valorado de la siguiente manera: 3 puntos para el ganador, media unidad para ambos que concluyan en tablas, y cero al derrotado. Que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) establezca esta regla. Ya veremos cómo los ajedrecistas sudarán copiosamente, pero estarán ahí, encajados en sus sillas en busca de la línea ganadora, no digo yo!
Pues si se premia con 3 puntos al ganador y solo 0.5 a las tablas, con tablas no podría ganarse un torneo. He visto a jugadores ganar un torneo con 5 victorias y 4 tablas, estas de mutuo acuerdo para ayudar a sus amigos.
También en el ranking FIDE por ELO, podrían asignarse más puntos a los que tengan más partidas ganadas que tablas. Eso empujaría a los trebejistas a la caza del punto.
En agosto pasado el Gran Maestro uzbeco Rustam Kasimdzhanov, quien fuera campeón del Mundo de la FIDE en 2004, salió a la palestra con la siguiente declaración-propuesta:
“Si queremos éxitos, patrocinadores, público y nuestra parte del pastel, tenemos que abolir esas tablas en los torneos clásicos. Y no por la regla de Sofía (en los torneos con la regla de Sofía se producen tantas tablas como en cualquier otro); tampoco por la regla de las 30 jugadas, donde los jugadores a menudo se limitan a esperar el movimiento 30. Necesitamos algo completamente diferente. Como el desempate en tenis. Necesitamos un resultado. Todos y cada uno de los días.
“Y así es como funciona. Jugamos ajedrez clásico, digamos que con un control de tiempo de cuatro o cinco horas. ¿Tablas? No hay problema: cambio de colores, 20 minutos para cada jugador y vuelta a jugar. ¿Tablas de nuevo? 10 minutos para cada jugador, cambio de colores y vuelta jugar, así hasta que haya un ganador, que recibe un punto, mientras el perdedor consigue su cero. La partida se evalúa de acuerdo con ese resultado, sin tener en cuenta si era clásica, rápida o relámpago.
“De esta forma, las expectativas de la masa nunca se verán decepcionadas. Siempre habrá un ganador, siempre habrá sangre.”
A la indagatoria ¿Y por qué no aceptó algunas propuestas de tablas como la que le realizó el gran maestro García Palermo?, fue categórico el Gran Maestro danés Bent Larsen, quien cuando entonces, en el 2008, contaba con 73 años : "Es que yo no hago tablas en 9 jugadas...".
GM BENT LARSEN
Larsen participaba en el I Magistral Ruibal 2008 de Ajedrez, con sede en Argentina, donde entre 11 jugadores ocupó el último lugar con cero punto de 9 posibles. Inesperado resultado para el ex campeón de Dinamarca y Escandinavia y participante de varios ciclos Candidatura.
Pero Larsen ofreció una gran lección de lucha sobre el tablero, la búsqueda del punto a como diera lugar, fue fiel a la famosa frase de Lasker: El Ajedrez es lucha.
En lo particular, estoy en contra de los pactos de tablas en pocas jugadas, máxime si sucede en torneos de alto nivel y entre ajedrecistas de alto nivel, porque además de denotar falta de combatividad, serán imitados por los ajedrecistas jóvenes, quienes cuando en el día de mañana se encuentren arriba, pues continuarán con el mal hábito de pactar tablas en 7 u 8 movidas y listo!... a recoger las piezas que nos vemos de fiesta!!
La comunidad ajedrecística internacional se ha pronunciado por doquier en aras de erradicar este cáncer de las tablas cortas, que desalienta tanto a aficionados como a organizadores de torneos. Estos últimos quedan en el punto de mira porque luego deben responder ante los medios de comunicación por qué el torneo no cumplió las expectativas, por qué más del 50% de las partidas concluyeron en tablas….como si hubieran sido ellos los protagonistas de las tablas de “recoge y vamos.”
Una de mis propuestas para que disminuyan las tablas cortas y así conseguir que se incremente la lucha sobre el tablero es que el resultado de una partida sea valorado de la siguiente manera: 3 puntos para el ganador, media unidad para ambos que concluyan en tablas, y cero al derrotado. Que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) establezca esta regla. Ya veremos cómo los ajedrecistas sudarán copiosamente, pero estarán ahí, encajados en sus sillas en busca de la línea ganadora, no digo yo!
Pues si se premia con 3 puntos al ganador y solo 0.5 a las tablas, con tablas no podría ganarse un torneo. He visto a jugadores ganar un torneo con 5 victorias y 4 tablas, estas de mutuo acuerdo para ayudar a sus amigos.
También en el ranking FIDE por ELO, podrían asignarse más puntos a los que tengan más partidas ganadas que tablas. Eso empujaría a los trebejistas a la caza del punto.
En agosto pasado el Gran Maestro uzbeco Rustam Kasimdzhanov, quien fuera campeón del Mundo de la FIDE en 2004, salió a la palestra con la siguiente declaración-propuesta:
“Si queremos éxitos, patrocinadores, público y nuestra parte del pastel, tenemos que abolir esas tablas en los torneos clásicos. Y no por la regla de Sofía (en los torneos con la regla de Sofía se producen tantas tablas como en cualquier otro); tampoco por la regla de las 30 jugadas, donde los jugadores a menudo se limitan a esperar el movimiento 30. Necesitamos algo completamente diferente. Como el desempate en tenis. Necesitamos un resultado. Todos y cada uno de los días.
“Y así es como funciona. Jugamos ajedrez clásico, digamos que con un control de tiempo de cuatro o cinco horas. ¿Tablas? No hay problema: cambio de colores, 20 minutos para cada jugador y vuelta a jugar. ¿Tablas de nuevo? 10 minutos para cada jugador, cambio de colores y vuelta jugar, así hasta que haya un ganador, que recibe un punto, mientras el perdedor consigue su cero. La partida se evalúa de acuerdo con ese resultado, sin tener en cuenta si era clásica, rápida o relámpago.
“De esta forma, las expectativas de la masa nunca se verán decepcionadas. Siempre habrá un ganador, siempre habrá sangre.”
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