Por Lic. Arnaldo Calvo Buides
COLABORACION DESDE CUBA
En unas casi amarillentas hojas de una vieja libreta, conservo la partida de ajedrez que disputé ante Asael Méndez en el Campeonato Municipal de mi pueblo Jagüey Grande, provincia de Matanzas (CUBA) en el lejano 1991.
Eran mis comienzos en el juego ciencia, y tenía frente a mí a un rival de mayor experiencia en estas lides. Yo conducía las piezas blancas e inicié con mi habitual 1.e4, en espera de que prosiguiera: 1…, e5; 2. Cf3, Cc6.
Y así fue, mediante 3. d4 (diagrama) me permitió entrar en la apertura Escocesa, mi predilecta en esos tiempos.
Continuó: 3…,ed; 4. C: d4, Ac5 (variante clásica) (diagrama)
5. Ae3, Df6; 6.c3, Cge7 (diagrama).
Ahora yo tenía a mano la simple jugada 7.Cc2 (diagrama), considerada por un viejo librito de aperturas, que entonces tenía, como la mejor respuesta del blanco. De hecho, anteriormente la había puesto en práctica con buenos resultados frente a otros ajedrecistas.
Pero además de esa movida, en el librito hacían referencia a otra de aspecto dudoso. Tenía sus pro y sus contra, debido a que con un juego correcto de mi contrario, éste ganaría un peón, de no ser así yo conseguiría un alfil a cambio de tres peones, con mejores chances.
Como solemos decir por acá en el argot ajedrecístico, se trataba de un truco (celada). Y muy peligroso, por demás, debido a las consecuencias antes dichas en caso de que Asael encontrase la refutación precisa.
Pero yo lo había decidido mucho antes de comenzar la ronda de juego, que si me daba la oportunidad de hacerle el truco, pues se lo haría, a riesgo de que me lo descubriera. Realmente, presentía que lo iba a sorprender…
Entonces hice la dudosa 7. Cd2?! (diagrama), que "obstruye" la defensa de la dama blanca en la casilla d4.
Y tras 7…, C: d4, siguió 8. e5 (diagrama)..."regalo" de peón....las blancas no se apuran en tomar al caballo negro apostado en d4.
8...;, D:e5?? (diagrama), cayendo en el truco!!!
Aquí lo recomendado es 8…, Cc2+; 9. D:c2, D:e5 ganando un peón.
Volviendo a la partida, luego de 9. cd, A:d4; 10. Cc4 (pierde el alfil, ver diagrama).
10...; Ac3+; 11. bc, D:c3+; 12. Ad2, Dd4 (diagrama) el bando blanco consiguió su propósito, obtuvo un alfil a cambio de tres peones, como comenté anteriormente.
Veamos cómo se materializó la ventaja, amén de las imprecisiones cometidas por uno u otro bando. Recordemos que la partida data de mis inicios:
13. Ae2, 0-0; 14. 0-0, d5; 15. Ce3, Cg6; 16. Cc2, Dh4; 17. Te1, Ad7; 18.Dc1, h6; 19. Db2, Ac6 (diagrama)
20. Cb4, Tab8; 21.C:c6, bc; 22.Dc3 (diagrama)
.
22...; Da4; 23. Ad3, Tfe8; 24. A:g6, fg (diagrama)
25. Dg3, Dc2; 26.Ae3, Te6; 27.D:c7 (diagrama) .
27...;, Tf8; 28.Ad4, T:e1+; 29. T:e1, Tf7; 30. Db8+, Rh7; 31. h3 (diagrama).
31...;, c5; 32. Te8 (amenazando mate) (diagrama).
32...;, Dc1+ (diagrama).
33.Rh2, Df4+; 34. D:f4, T:f4; 35. A:c5 (diagrama)
35...; Ta4; 36.a3, a6; 37.Td8 (diagrama), rinden.
Todo aquel que se tome en serio el ajedrez, debe conocer las cuestiones intrínsecas de cada apertura o defensa que emplee. De lo contrario, pudiese ser sorprendido ante un truco, y no precisamente de magia, tal como le ocurriera a mi amigo Asael hace algo más de 20 años atrás.
Sobre todo, a los jugadores noveles no les recomiendo adentrarse en esquemas de juegos dudosos, que ante una razonable respuesta del rival de turno daría al traste con toda aspiración al triunfo, o los dejaría en una situación bastante comprometida.
Juguemos sobre lo seguro. Siempre pensemos que nuestro contendiente no se equivocará, y así nuestra elección de juego serán aquellos sistemas que ciertamente nos ofrecen opciones positivas.
Y es que en el ajedrez, los trucos peligrosos nos pueden costar bien caros. ¿Se imaginan ustedes si en la partida que les mostré mi adversario hubiera realizado la jugada, 8…, Cc2+?
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