Según cuentan, esta anécdota le sucedió al letón Mikhail Tahl en 1966, durante la Olimpiada Mundial efectuada en La Habana.
Sucede que el equipo ex- soviético fue invitado a presenciar el espectáculo del cabaret Tropicana.
Todo transcurría en paz y armonia, hasta que Tahl fijó su vista en una preciosa mujer y se decidió a piropearla...pero lo hizo en mal momento: JUSTO CUANDO APARECE EL PROMETIDO DE LA MUJER!!!!, quien sin cruzar palabras con Tahl le asestó un botellazo al campeón de ajedrez en la cabeza, y tuvo que ser atendido en un hospital debido a una profunda herida.
Al día siguiente la prensa local publicó el siguiente titular : "¡11 puntos sin jugar una sola partida!".
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