Por Nibaldo Calvo
Buides
El Pensamiento Profiláctico
en el ajedrez consiste en preguntarnos en determinada posición qué quiere hacer
nuestro rival, cuáles son sus intenciones y qué jugaría de ser su turno. Y
cuando descubrimos sus intenciones,
jugamos en base a neutralizarlas, a arruinarle sus planes.
El reconocido
entrenador y Maestro Internacional Mark Dvoretsky afirma que implementar este
tipo de pensamiento "permite al jugador dar un enorme paso adelante y
elevar considerablemente su nivel de juego".
Es que cualquier decisión posicional significativa
está ligada a la implementación de nuestros propios planes contra acciones del
rival. Además, la restricción
de las posibilidades del rival es un principio a tener en cuenta para convertir
la ventaja en decisiva.
Se reconoce a A. Nimzowitch como el primer teórico
en poner en práctica mediante su libro "Mi Sistema" la profilaxis al
servicio de la búsqueda de planes que restringieran el juego adversario.
Pero, en honor a la verdad, al principio los
postulados de Nimzowitch no fueron aceptados por la comunidad ajedrecística. Fue
duramente criticado y hasta ridiculizado. Pero el tiempo y los hechos le dieron
el visto bueno al pensamiento de Nimzowitch.
Luego apareció Tigran Petrosian quien con su pensamiento profiláctico revitalizó las ideas de
Nimzowitch.
En la
actualidad el pensamiento profiláctico prosigue en la preferencia de muchos
ajedrecistas. Existen personas quienes de manera humorística dicen que el
pensamiento profiláctico forma parte de la "escuela negativa en el ajedrez",
porque los jugadores profilácticos buscan frustrar los planes del oponente.
A mi me queda claro que cuando uno juega con espíritu profiláctico
podrá ganar muchas partidas, es cierto; pero muchas de las victorias no serán tan
brillantes comparadas con las conseguidas por jugadores no profilácticos. Porque en muchas ocasiones el jugador profiláctico tiene que jugar en base a tapar la gotera antes que llueva. Pero claro, no deja de ser un estilo de juego que incomoda al rival, quien al verse anulado puede cometer errores.
Veamos un ejemplo sencillo de pensamiento profiláctico.
La posición corresponde a la partida entre Kasparov con piezas blancas contra Dubiel, Katowice, 1993.
Le corresponde jugar
a las blancas, ¿Cómo debe proceder?
Pensemos de manera profiláctica. Imaginémonos que
jugamos con piezas negras, y preguntémonos: ¿Qué voy a hacer en mi turno? Salta a la vista la jugada
negra 13 ... c5! para activar el alfil de b7.
Por lo que, como le corresponde jugar a las blancas,
hay que hacer 13.c5!, para mantener el alfil de su oponente pasivo.
Sin embargo, si pensamos desde el punto de vista de
las blancas, sin tener en cuenta las
intenciones del contrario, existe la jugada de desarrollo natural 13.Af4, la
cual no seria la ideal porque permitiría a las negras responder con 13 ... c5!
Consiguiendo la igualdad.
El entrenamiento constantemente de nuestras mentes
para convertirnos en jugadores profilácticos bien vale la pena porque les
reportará muchas victorias.
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