
La paciencia es un árbol de raíces amargas, pero sus frutos son dulces
Por Nibaldo Calvo Buides
El ajedrez no es una carrera de autos, donde prima la velocidad en busca de la meta.
Siempre que una persona me pregunta: ¿Cuáles requisitos se requiere para que mi hijo se dedique al ajedrez?
En mi respuesta incluyo varios requisitos; pero siempre hago hincapie en uno super especial para el ajedrecista: PACIENCIA.
Pero también los entrenadores debemos tener paciencia para que el alumno comprenda por si mismo de que con paciencia él podrá resolver con mayor claridad las situaciones que se le presenten en sus partidas.
No debemos imponerles a los pequeños de que no jueguen partidas de corto tiempo, porque sería una indicación incorrecta, que conseguirá que el niño juegue más lento, sí, pero a largo plazo su juego será más inseguro. Todo porque cada vez que vaya a realizar una jugada le aparecerá en su mente las reprimendas de la persona adulta que le dijo que no podía jugar rápido.
Se trata de que juegue partidas rápidas como parte de su plan de entrenamiento.
Desde el inicio debemos transmitirles paciencia a nuestros alumnos.
De lo contrario, el joven ajedrecista se encontrará reiteradamente en partidas de torneos donde en posiciones que requieren cierto tiempo de análisis para dar con la jugada correcta y definitiva; pues no contará con la paciencia necesaria y se decidirá por una movida incorrecta. En muchos casos por la primera jugada que visualicen. Más que de vagancia mental, considero que se trata de un hábito mental (mal hábito).
Mis consejos para todos los ajedrecistas, de cualquier edad y nivel de juego: Tómense su tiempo amigos, sepan que cuando les correspondan jugar no tendrán a una persona detrás de Ustedes, cuchillo en mano, obligándolos a que jueguen ya!!!!!
¿O acaso será que durante una partida de ajedrez existe un contador electrónico que decide que quien juegue más rápido gana la partida?
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