Por Nibaldo Calvo Buides
En Cuba en varias ocasiones me propusieron incursionar de manera permanente como periodista de radio o televisión; pero yo siempre fui firme en mi pasión: la prensa escrita.Aunque debo reconocer que alrededor de 8 ocasiones fui partícipe de programas radiales, y según los entendidos en la materia no lo hice mal, y también me reconocieron "mi voz radial"; pero tantos halagos no decidieron que abandonara la prensa escrita.Como gran amante del ajedrez me incliné por escribir e investigar sobre este tema, y recuerdo que en los medios de comunicación de mi provincia apenas se divulgaban notas de ajedrez, salvo las mías.Mis colegas comentaban: "yo nunca en mi vida he escrito de ajedrez", "no me atrevería a escribir de ese tema", "¿qué voy a escribir si no se jugar ajedrez?"Aquí se resume uno de los grandes motivos por los que existe una escasa difusión del ajedrez a nivel nacional e internacional: escasean los periodistas especializados en ajedrez.
Con toda la modestia del mundo les digo que no cualquiera puede enrolarse en el periodismo ajedrecístico: se requiere dominio de la terminología y conocimientos teóricos, así como de los sistemas convencionales de anotación.
Son los lectores quienes reciben los "castigos" cuando determinados periodistas escriben de ajedrez sin conocer mucho del tema.
Sucede que estos acuden a cubrir determinados eventos, donde permanecen horas y a veces hasta 2 días.
Entonces los lectores quedan pendientes de sus publicaciones, con las esperenzas de recrearse en la lectura y de aprender; pero se llevan tamaña desilusión porque el periodista se conforma con publicar una nota de ajedrez "fría" (sin datos comparativos que permita el análisis del progreso de determinado jugador, sin partidas o determinada posición que sirva de estudio al lector, sin una correcta ambientación del lugar del evento...y sin descartar la posibilidad de que sea una "noticia", así entre comillas, porque no dice nada de interés y su función es complacer a un grupo determinado).
Cuando alguien catalogado como periodista incurre en lo descrito, cae en el desmérito, en el desprestigio, en el conformismo, en la mediocridad.
Algo muy importante: el periodista no debe esperar tranquilamente que alguien le entregue una nota para que se la publiquen, porque, como es de esperar, se la van a pintar "como la noticia del año" cuando realmente no lo es.
El periodista debe ir en busca de la verdadera noticia, estar al tanto de los últimos y novedosos acontecimientos del ajedrez, publicar lo que realmente vale la pena y no lo que llene un espacio inmerecido.
Mi exhortación a esos tipos de "periodistas" es que se dediquen a escribir de otros temas.
Resulta harto difícil ver en un periódico algún comentario o reportaje ajedrecístico; y cuando eso sucede no se encuentra bien estructurado, porque los colegas del medio sabemos que estos géneros requieren de mayor preparación por parte del periodista.
Y en caso de aparecer alguna entrevista del ganador de algún torneo, aparece a la luz pública las mismas preguntas que estamos acostumbrados a ver en diferentes periódicos: ¿Qué edad tienes?, ¿a quién le dedicas esta victoria?... y otras indagatorias más que muchos de nosotros ya conocemos de memoria y que pueden llegar a aburrir hasta al lector más fiel.
¿Dónde queda la creatividad y el profesionalismo del periodista?
Los profesionales de la prensa no debemos estar de espaldas de la realidad. Tenemos un público que espera mucho más de nosotros y por ende debemos respetarlo mediante un trabajo digno y certero.
Aprendí en el periodismo que antes de salir a la calle a entrevistar a determinada persona distinguida o premiada, primero debía investigar sobre esa persona (desde el punto de vista profesional y social, porque suele suceder que un éxito profesional haya tenido mucho que ver con el orden social y familiar), para que nos resulte más fácil realizarle preguntas que muchas veces los agarran de sorpresa y son muy bien recibidas por los lectores.
Albergo bonitas experiencias en mi vida periodistica vinculada con el ajedrez.
Una de mis mayores satisfacciones las he tenido cuando al entrevistar a determinados ajedrecistas, estos han llegado a sonreir y preguntarme: ¿pero cómo es que estás tan informado sobre mí?
Ahora me viene a la mente el Gran Maestro cubano Reinaldo Vera, y las horas de plática que sostuvimos durante el proceso de confección de su libro de ajedrez.
Sin que me malinterpreten todos aquellos periodistas que escriben de ajedrez sin haber sido ni ser ajedrecistas, considero que sería bueno que a nivel nacional se organizaran TALLERES DE AJEDREZ PARA PERIODISTAS QUE ESCRIBEN DE AJEDREZ.
Sería una idónea solución para enfrentar este mal informativo que afecta a tantos y tantos lectores, urgidos de leer temas de ajedrez frescos, reflexivos y educativos.
En Cuba en varias ocasiones me propusieron incursionar de manera permanente como periodista de radio o televisión; pero yo siempre fui firme en mi pasión: la prensa escrita.Aunque debo reconocer que alrededor de 8 ocasiones fui partícipe de programas radiales, y según los entendidos en la materia no lo hice mal, y también me reconocieron "mi voz radial"; pero tantos halagos no decidieron que abandonara la prensa escrita.Como gran amante del ajedrez me incliné por escribir e investigar sobre este tema, y recuerdo que en los medios de comunicación de mi provincia apenas se divulgaban notas de ajedrez, salvo las mías.Mis colegas comentaban: "yo nunca en mi vida he escrito de ajedrez", "no me atrevería a escribir de ese tema", "¿qué voy a escribir si no se jugar ajedrez?"Aquí se resume uno de los grandes motivos por los que existe una escasa difusión del ajedrez a nivel nacional e internacional: escasean los periodistas especializados en ajedrez.
Con toda la modestia del mundo les digo que no cualquiera puede enrolarse en el periodismo ajedrecístico: se requiere dominio de la terminología y conocimientos teóricos, así como de los sistemas convencionales de anotación.
Son los lectores quienes reciben los "castigos" cuando determinados periodistas escriben de ajedrez sin conocer mucho del tema.
Sucede que estos acuden a cubrir determinados eventos, donde permanecen horas y a veces hasta 2 días.
Entonces los lectores quedan pendientes de sus publicaciones, con las esperenzas de recrearse en la lectura y de aprender; pero se llevan tamaña desilusión porque el periodista se conforma con publicar una nota de ajedrez "fría" (sin datos comparativos que permita el análisis del progreso de determinado jugador, sin partidas o determinada posición que sirva de estudio al lector, sin una correcta ambientación del lugar del evento...y sin descartar la posibilidad de que sea una "noticia", así entre comillas, porque no dice nada de interés y su función es complacer a un grupo determinado).
Cuando alguien catalogado como periodista incurre en lo descrito, cae en el desmérito, en el desprestigio, en el conformismo, en la mediocridad.
Algo muy importante: el periodista no debe esperar tranquilamente que alguien le entregue una nota para que se la publiquen, porque, como es de esperar, se la van a pintar "como la noticia del año" cuando realmente no lo es.
El periodista debe ir en busca de la verdadera noticia, estar al tanto de los últimos y novedosos acontecimientos del ajedrez, publicar lo que realmente vale la pena y no lo que llene un espacio inmerecido.
Mi exhortación a esos tipos de "periodistas" es que se dediquen a escribir de otros temas.
Resulta harto difícil ver en un periódico algún comentario o reportaje ajedrecístico; y cuando eso sucede no se encuentra bien estructurado, porque los colegas del medio sabemos que estos géneros requieren de mayor preparación por parte del periodista.
Y en caso de aparecer alguna entrevista del ganador de algún torneo, aparece a la luz pública las mismas preguntas que estamos acostumbrados a ver en diferentes periódicos: ¿Qué edad tienes?, ¿a quién le dedicas esta victoria?... y otras indagatorias más que muchos de nosotros ya conocemos de memoria y que pueden llegar a aburrir hasta al lector más fiel.
¿Dónde queda la creatividad y el profesionalismo del periodista?
Los profesionales de la prensa no debemos estar de espaldas de la realidad. Tenemos un público que espera mucho más de nosotros y por ende debemos respetarlo mediante un trabajo digno y certero.
Aprendí en el periodismo que antes de salir a la calle a entrevistar a determinada persona distinguida o premiada, primero debía investigar sobre esa persona (desde el punto de vista profesional y social, porque suele suceder que un éxito profesional haya tenido mucho que ver con el orden social y familiar), para que nos resulte más fácil realizarle preguntas que muchas veces los agarran de sorpresa y son muy bien recibidas por los lectores.
Albergo bonitas experiencias en mi vida periodistica vinculada con el ajedrez.
Una de mis mayores satisfacciones las he tenido cuando al entrevistar a determinados ajedrecistas, estos han llegado a sonreir y preguntarme: ¿pero cómo es que estás tan informado sobre mí?
Ahora me viene a la mente el Gran Maestro cubano Reinaldo Vera, y las horas de plática que sostuvimos durante el proceso de confección de su libro de ajedrez.
Sin que me malinterpreten todos aquellos periodistas que escriben de ajedrez sin haber sido ni ser ajedrecistas, considero que sería bueno que a nivel nacional se organizaran TALLERES DE AJEDREZ PARA PERIODISTAS QUE ESCRIBEN DE AJEDREZ.
Sería una idónea solución para enfrentar este mal informativo que afecta a tantos y tantos lectores, urgidos de leer temas de ajedrez frescos, reflexivos y educativos.
NOTA: ESTE ARTICULO FUE PUBLICADO EN MI BLOG EL 22 DE FEBRERO DEL 2009.
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