EL
cubano José Raúl Capablanca, campeón mundial de ajedrez de 1921 a 1927, dejó un gran legado para el mundo ajedrecístico por
su estilo casi exacto para jugar los finales de partidas.
He
aquí varios consejos de Capablanca para quienes desean progresar en el ajedrez:
1. En las aperturas, saque sus piezas con rapidez y
enroque temprano, mejor si lo hace en el flanco del rey. Por lo regular el
enroque, hace más fuerte y segura la posición de su rey.
2. En los finales, cuando se han cambiado las damas, y
sólo quedan una o dos piezas menores con los peones, saque a su rey hacia el
centro del tablero. También avance sus peones rápidamente. Los finales de
peones, por regla general, sólo se ganan coronado uno de ellos. A menudo la
victoria se lleva el más rápido en hacerlo.
3. Coordine la acción de sus piezas. Las incursiones
esporádicas con piezas aisladas usualmente son fatales contra un oponente
alerta. Por lo general, también es aconsejable, en especial a comienzo de la
partida, mantener unidos sus peones.
4. Adiéstrese en mover rápida y reflexivamente, nunca con
apresuramiento.
5. Haga un juego agresivo, a menos que la experiencia le
enseñe que su temperamento lo hace incapaz de ello. Tome la iniciativa en cada
oportunidad. Tomar la iniciativa es una ventaja.
6. En las aperturas, saque por lo menos un caballo antes
de sacar los alfiles.
7. Ponga sus torres en las columnas abiertas.
8. Juegue combinaciones en cada oportunidad para desarrollar
su imaginación.
9. Jamás titubee al hacer una jugada por miedo de perder.
Siempre que usted piense que una jugada es buena, siga adelante y hágala. La
experiencia es el mejor maestro. Tenga en cuenta que usted puede aprender mucho
más de una partida que pierda que de una que gane. Usted tendrá que perder
centenares de partidas antes de convertirse en un buen jugador.
10. En las aperturas, evite mover la misma pieza dos
veces. Ello retarda su desarrollo. También mueva las piezas con preferencia a
los peones.
11. Tome todo peón o pieza que se le ofrezca, a menos que
vea un peligro inmediato.
En las aperturas debemos enfatizar:
1. Rápido y sólido desarrollo, evitando la creación de
cualquier debilidad permanente. Entiéndase que si por medio de su desarrollo
usted induce a su oponente a crear cualquier debilidad, tanto mejor. El
desarrollo se debe dirigir al dominio del centro, ya por la inmediata posesión
de él por los peones, ya por la acción de largo alcance de las piezas.
2. No mueva la misma pieza dos veces antes de que haya
ocurrido el desarrollo completo.
3. Evite la pérdida material sin plena compensación.
En el medio juego:
1. Coordine la acción de sus piezas.
2. El dominio del centro es esencial para materializar un
ataque acertado contra el rey.
3. Los ataques directos y violentos contra el rey deben
hacerse en masa, con toda la fuerza, para asegurar su éxito. La oposición debe
vencerse a cualquier costo. El ataque no se puede dejar sin concluir porque
esto significa, generalmente, la derrota.
4. Si las otras cosas son iguales, cualquier ganancia de
material, por pequeña que sea, significa la victoria.
5. La posición tiene el primer lugar, el material viene
después. El espacio y el tiempo son factores complementarios de la posición.
6. Si la partida ha de decidirse en un final, considere
el tipo de final que ha de presentarse antes de cambiar piezas.
En los finales:
1. El tiempo aumenta su importancia en los finales.
2. Dos alfiles son mejores que dos caballos.
3. Un alfil es mejor, por lo general, que un caballo,
pero no siempre.
4. Torre y alfil son mejores, por lo general, que torre y
caballo.
5. Dama y caballo son, generalmente, mejores que dama y
alfil.
6. Los peones son más fuertes cuando todos están en la
misma línea.
7. Cuando el oponente posee un alfil, por lo general es
mejor que usted tenga sus peones en casillas del mismo color que el alfil de su
adversario. Cada vez que usted tenga un alfil, téngalo o no su adversario,
mantenga sus peones en casillas de color opuesto al de su propio alfil.
8. El rey, una pieza puramente defensiva durante la
apertura y el medio juego, muy a menudo se convierte en los finales en una
pieza ofensiva. En muchos finales el rey es el factor decisivo.
9. En los finales de una o dos piezas menores,
generalmente, se debe avanzar el rey hacia el centro del tablero. En los
finales de rey y peones casi invariablemente se debe hacer así.
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