En la inmensa literatura ajedrecística, se anuncia que el caballo y el alfil tienen el mismo valor (3 puntos); pero realmente según la disposición de los peones en el tablero es lo que les da mayor o menor valor a cada pieza.
Nuevamente nos enfrentamos al tema de la buena o mala conformación de los peones, que está considerado un tema primordial en el ajedrez.
Veamos a lo que me enfrenté en el recién concluido torneo de Miahuatlán, donde en mi primera partida tuve tablero por medio a Yuri García Capriel, y esta es la posición de la jugada 30...; Ce5
¿Cómo razoné?, ¿Tomar de caballo o de alfil?
Si tomo de caballo en e5, llegaría a un final de alfil de igual color por bando, con ventaja para el blanco, por la simple razón de que el bando negro quedaría con los peones del flanco dama en casillas del mismo color de su propio alfil, limitándole su movilidad.
No digo de que el blanco gana, sino que quedaria con ventaja, aunque minima, pero es ventaja al fin, porque el blanco tiene sus peones en casilla de color blanco, dandole soltura a su alfil.
Bueno, ¿y si tomo de alfil en e5 para llegar a un final de caballo contra alfil?
Consideré que era la mejor opción, al analizar que la posición se encuentra algo cerrada (beneficia al caballo)con los saltos de este podía llegar a una posicion donde atacara a la vez a dos peones negros y el alfil no pudiera defenderlos a la vez.
Recuerde que al tomar en e5 con alfil, el negro debe retomar d:e, dejando a 3 peones negros en la mira de ataque: a5, c5 y e5
Luego de algunas maniobras en busca de lograr el salto esperado del caballo (donde en 3 ocasiones mi rival me propuso tablas y yo las rechacé porque tenía bien definido el plan ganador), llegamos a la posicion 37.Cc4 (diagrama de abajo), donde mi rival pierde un peón. Varias jugadas después se rindió.
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