Por Nibaldo- Instructor FIDE
El prodigio argentino Faustino Oro, con solo 12 años, sigue escribiendo su nombre en la historia del ajedrez mundial. Esta semana consiguió su segunda norma de Gran Maestro tras una sobresaliente actuación en el Szmetan-Giardelli Masters 2025, disputado en Buenos Aires, Argentina.
La norma quedó asegurada luego de empatar en la última ronda frente al GM Diego Flores, ocho veces campeón argentino. Aunque Oro tuvo opciones de luchar por la victoria, el empate fue suficiente para lograr el objetivo. El joven finalizó el torneo con 5.5 puntos, una performance de 2608, ganó 13 puntos de Elo y terminó cuarto, igualado con el legendario Alexei Shirov.
El torneo fue ganado por el GM noruego Aryan Tari, quien reconoció que Oro fue la gran figura del evento: destacó su talento, su preparación en aperturas y su enorme proyección.
Tras la partida decisiva, Faustino analizó el juego junto a Flores frente a periodistas, maestros y aficionados, demostrando no solo su fuerza ajedrecística sino también madurez competitiva. Flores subrayó la importancia de que el joven enfrente partidas duras contra rivales que realmente quieren vencerlo, como parte de su crecimiento.
Las elogiosas opiniones no se hicieron esperar. Alexei Shirov afirmó que “en la historia del ajedrez, nadie ha alcanzado este nivel a los 12 años”, incluso antes que Magnus Carlsen. Para Shirov, Oro ya juega como un gran maestro completo y tiene potencial para superar los 2700 de Elo en el futuro.
Esta segunda norma llega apenas dos meses después de cumplir 12 años, tras haber conseguido la primera en Madrid. De lograr la tercera, Faustino podría romper el récord del estadounidense Abhimanyu Mishra como el GM más joven de la historia. Tiene aún casi tres meses para conseguirlo.
Sin embargo, el propio Oro mantiene los pies en la tierra: asegura que su prioridad no son los récords, sino jugar bien, divertirse y seguir creciendo.
Su próximo calendario incluye el Mundial de Rápidas y Blitz en Doha (26–30 de diciembre) y el exigente Tata Steel Challengers en enero. Con o sin récords, todo indica que el futuro del ajedrez argentino —y mundial— tiene nombre y apellido: Faustino Oro.


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