No resulta provechoso jugar un torneo de ajedrez con la mente puesta solamente en cuántos puntos de mi elo ganaré o perderé, porque ya no estaríamos jugando ajedrez, sino a los números.
Claro que debemos luchar fuerte por no descender en nuestro elo, pero esa lucha se libra primeramente en los entrenamientos. Al torneo debemos ir en primera instancia A DISFRUTAR CADA PARTIDA QUE JUGUEMOS, CADA JUGADA, esa es la indicación que siempre le transmito a mis alumnos.
He confluido con amigos y conocidos en diferentes torneos, donde desde la misma primera ronda no hacen más que sacar cuentas de cuántos puntos necesitan hacer para subir o mantener su elo.
Y a partir de entonces nublan sus mentes y afirmaciones en base a los dichosos números, lo cual provoca que el análisis sobre el tablero se les dificulten, porque cada posición estará asociada a los números.
Pese a esta preocupación del elo, yo prefiero que abunden torneos con elo, porque en muchos paises se celebran torneos que no son reportados a la lista elo, lo cual provoca que cuando algunos ajedrecistas de rating altos llegan a la última ronda del torneo con el primer puesto asegurado, se dejan ganar en ese último cotejo. Venden sus partidas, ya sea por dinero o algún regalo del contrincante.
Siempre encontrarán a alguien necesitado y urgido por "brillar" en la tabla final de posiciones , y acepta la oferta del "vendedor".
Como no le afectará el rating, pues actúan así y deslucen el torneo.
Quienes actúan de esa manera dejan mucho que desear, porque van en contra de los principios de ética del ajedrecista y de los seres humanos.
La ética no es otra cosa que la reverencia por la vida.
Albert Schweitzer
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