Por Nibaldo Calvo Buides
Un gran detalle que debemos tener en cuenta cuando impartimos clases de ajedrez a escolares con escasa experiencia ajedrecistica es demostrarles sobre el tablero aquellas leyes y teorias que ya son conocidas por nosotros. No basta con mencionárselas y ya, porque cuando ellos jueguen una partida y se encuentren en esas posiciones no sabrán cómo aplicar esa teoria sobre el tablero.
En el diagrama de abajo resulta fácil comprender que ese cotejo debe concluir en tablas, lo mismo por jaques perpetuos de un bando, que por insuficiencia de material para dar jaque mate (si se cambiaran las damas) o por triple repetición de la posición. Todo esto es conocido por nosotros, e incluso nos hemos encontrado con similar posición en nuestras partidas....pero el bisoño ajedrecista no. Por lo tanto, a partir de esa posición resulta conveniente que el instructor y el alumno ( o dos alumnos) realicen 15 o 20 jugadas, para cerciorarnos que puedan llevar a la práctica la teoria.
De lo contrario, si el inexperimentado ajedrecista solamente recibe la instruccción teórica, este podria pensar que con cualquier jugada siempre será tablas y no esforzaria en pensar en las jugadas adecuadas para sostener la posición, y podria caer con piezas negras en una situación perdedora como pueden ver en el siguiente diagrama, donde perderán a la dama.
Omitir la explicación correcta de nuevos temas influye en una malformación del estudiante y una gran incapacidad del maestro.
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