Por Nibaldo Calvo Buides
La imagen que les muestro corresponde al 2005, momento en que un joven golpea al Gran Maestro Garry Kasparov en la cabeza, con un tablero de ajedrez de madera, no sin antes decirle al Garry:
“Yo te amé como un jugador de ajedrez, pero se equivoca en su política."
Fiel a su estilo tenaz, el ex campeón del mundo de ajedrez, Garry Kasparov, prosigue su lucha ahora en el campo de la política, como un firme opositor de Vladimir Putin.
Recientemente ha sido tema de conversación su arresto tras participar en una protesta.
Inclinación política aparte, la realidad es que muchos simpatizantes del Kasparov como ajedrecista, ya han dejado de tenerle el mismo aprecio de antaño.
Un extraclase del ajedrez de todos los tiempos, como Garry Kasparov, es siempre un icono que los demás observan, para bien y para mal. Es una persona pública que, incluso, en su vida privada debe tener en cuenta que sus actos serán juzgados por los demás.
La edificación de una imagen de prestigio en el ambito deportivo, suele llevar tiempo , pero se puede destruir de manera casi instantánea.
Si ahora yo le menciono la palabra “Kasparov”, su mente reflejará la imagen que le muestro abajo o a un Kasparov sentado frente a un tablero de ajedrez?
Creo que Kasparov muestra una gran coherencia y valentía en su manera de comportarse. Ya no le quedaba nada por demostrar en el ajedrez y optó por dedicar su tiempo al activismo político, con la misma energía y arrojo que empleaba ante el tablero. Si nos gusta más o menos dependerá de nuestra simpatía/antipatía ante el régimen de Putin.