Por Nibaldo Calvo Buides

Nos encontramos en lo días de Capablanca, y es que el genial trebejista cubano nació en La Habana (Cuba) el 19 de noviembre de 1888.

Capablanca tuvo una carrera intensa, que lo llevó al pináculo del ajedrez mundial.

Es momento de recordar que Capablanca ganó el título mundial en La Habana, en 1921 ante el alemán Enmanuel Lasker y lo conservó hasta 1927, cuando lo cedió al ruso-francés Alexander Alekhine, quien nunca quiso darle la revancha.

Su prematura muerte ocurrió el 8 de marzo de 1942, en Nueva York, pero continúa siendo una figura emblemática del deporte en la Isla y en todo el mundo.

El poeta cubano Nicolás Guillén le escribió esta poesía:

Así pues, Capablanca

no está en su trono, sino que anda,

camina, ejerce su gobierno

en las calles del mundo.

Bien está que nos lleve

de Noruega a Zanzíbar,

de Cáncer a la Nieve.

Va en un caballo blanco,

caracoleando

sobre puentes y ríos

junto a torres y alfiles,

el sombrero en la mano (para las damas)

la sonrisa en el aire

(para los caballeros)

y su caballo blanco

sacando chispas puras

del empedrado...

Nicolás Guillén