El
siguiente cotejo tuvo un desenlace rápido, tal vez inesperado y súbito.
Supuestamente las negras estaban desarrollando bien sus piezas…pero de repente se
encuentra con la sorpresa de la inevitable perdida de una de ellas.
Esta
partida es el claro ejemplo que en el ajedrez no podemos guiarnos por las “jugadas
lógicas”. Tenemos que cerciorarnos una y otra vez antes de realizar una “jugada
natural”.
Veamos
el desenlace:
Calero,Carlos - Zamora,F
VI Campeonato Cuba Cuba, 1965
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.b4 (diagrama).
Después de 13...Aa5 sigue 14.Da4 y las negras pierden uno de los alfiles.
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