Por Lic. Arnaldo Calvo Buides
Desde Chile
A veces las oportunidades en la vida se dan una sola vez, y hay que aprovecharlas. Desde muy pequeño he escuchado decir esto, sobre todo de personas que han vivido más que uno.
Con tal precepto en mente, ni corto ni perezoso le tomé la palabra a Manuel Aguirre, quien aparece en la primera gráfica junto a mí y es presidente del Club CEPA (Centro de Estudios y Práctica del Ajedrez) de Viña del Mar. Di el sí apenas me hizo la propuesta para que atendiera el grupo avanzado del mismo, quienes se preparan para importantes compromisos, entre ellos el Campeonato Nacional por edades en febrero de 2014.
A veces las oportunidades en la vida se dan una sola vez, y hay que aprovecharlas. Desde muy pequeño he escuchado decir esto, sobre todo de personas que han vivido más que uno.
Con tal precepto en mente, ni corto ni perezoso le tomé la palabra a Manuel Aguirre, quien aparece en la primera gráfica junto a mí y es presidente del Club CEPA (Centro de Estudios y Práctica del Ajedrez) de Viña del Mar. Di el sí apenas me hizo la propuesta para que atendiera el grupo avanzado del mismo, quienes se preparan para importantes compromisos, entre ellos el Campeonato Nacional por edades en febrero de 2014.
Por el momento inicié mi trabajo a medio tiempo, hasta tanto se concreten algunos asuntos. Y, realmente, hay mucho talento en los chicos, pero no es menos cierto que, sin querer pecar de absoluto, al ajedrez chileno le falta lo que le sobra a su par cubano: SISTEMATICIDAD, RESPONSABILIDAD Y LABORIOSIDAD.
Yo les comentaba al grupo que allá en Cuba mis atletas entrenaban todos los días, al menos dos horas. Acá no es así, dos, tres días…y para de contar. Contaditos con los dedos de las manos quienes practican diariamente. Por los motivos que sean (tal vez el económico sea el más recurrente), pero no se entrena todos los días.
Y digo más: no existe cultura en los chicos de cumplir con las actividades complementarias que se les deja de manera individual.
¨Vengo a continuar la labor que venía realizando en Cuba…¨, fue una de las cosas que primeramente advertí. Disciplina, disciplina y más disciplina conformó la vértebra principal de mi trabajo allá, y así mismo será acá..
Me valdré del excelente Programa de Enseñanza Cubano, tan ponderado en todo el mundo. Es un programa único, el cual sirve de guía para los entrenadores de la isla. Todos hablan el mismo lenguaje. Muy distinto a acá en Chile, donde se carece de un programa de tal magnitud, de ahí que cada entrenador ¨tiene su librito¨. Inevitablemente, unos buenos; otros malos. Es como si unos hablaran español, y otros inglés. Distintos idiomas.
Gracias, Manuel. Gracias Paola (su esposa). Gracias CEPA.…, por darme esta oportunidad.
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