CON 28 años recién cumplidos, el latinoamericano con mejor ubicación en la lista de la Federación Internacional de Ajedrez sigue siendo un apasionado guerrero con aspiraciones de conquistar el reino de las 64 casillas. Apenas tenía 12 años y ya se presagiaba que en él Cuba tendría una figura prominente del juego ciencia, a pesar de la abundancia de obstáculos para que arribara a la cima. Leinier Domínguez no necesita presentación. Todos en Cuba lo conocen. Hasta los niños saben que se trata del “ídolo de Güines”, el mejor ajedrecista de América Latina. A pocos días de haber finalizado la Copa del Mundo de Ajedrez en la ciudad rusa de Khanty Mansiysk, el Gran Maestro cubano accedió a conversar sobre sus resultados en el evento.
Por Por Zuzel Santana y Rigoberto Triana -08 de octubre de 2011
Tomado de Invasor
El adolescente Leinier Domínguez Pérez llegaba a los trebejos justo en la época más cruda del período especial, a principios de los '90 del pasado siglo, mas el empeño personal, de sus familiares y de los avezados jugadores que le auguraban un excelente futuro, fueron superiores a las adversidades económicas.
Y el chico creció en tamaño y corazón hasta convertirse en uno de los líderes mundiales del llamado deporte intelectual.
"Desde niño me gustó mucho el ajedrez. En mi aula de primaria había un proyecto de este deporte y nos enseñaron las reglas. Enseguida comencé a ir a la academia y me obsesioné. Le dedicaba más tiempo de lo que normalmente un chico de esa edad puede dedicarle a cualquier actividad.
"Recuerdo que estudiaba desde muy temprana edad y leía todo lo que podía sobre ajedrez, pienso que la clave está en que lo disfrutaba, siempre traté de mantener un equilibrio, de hecho no dejé de realizar otras cosas, me gustaba mucho practicar béisbol y otros deportes, pero amaba jugar y leer, conocer a fondo el ajedrez. Eso lo deben tener en cuenta los niños y sus padres, que lo principal es disfrutar lo que se hace."
—Has competido en Ciego de Ávila al menos tres veces...
-Tengo recuerdos importantes de Ciego dentro de mi carrera ajedrecística. Aquí fue donde participé en mis primeros Juegos Escolares, en Morón, en 1993 y en 1994. Fueron torneos importantes porque estaba acostumbrado a jugar en Güines y fue mi primer enfrentamiento contra otros competidores del país, lo cual me motivaba mucho, pasaba casi todo el año preparándome para esa competencia.
"Luego jugué la Semifinal de un Campeonato Nacional de mayores en la ciudad de Ciego, momento que también recuerdo con cariño porque logré clasificar siendo todavía un atleta escolar."
—Desde aquella etapa hasta la actualidad el ascenso ha sido vertiginoso, con marcado énfasis en las Copas del Mundo...
—De manera menos esperada, en Trípoli-2004, pude avanzar mucho más que ahora, me sentía bien, y ese torneo me abrió muchas puertas. A partir de ahí empecé a recibir mayores invitaciones a eventos, fui más conocido en el ámbito internacional.
"Ahora, al quedar entre los 16 primeros, aunque no iguala al resultado de Trípoli, es algo meritorio, para Khanty Mansiysk me preparé más conscientemente. De hecho quería optar por uno de los tres primeros lugares que daba la clasificación a los candidatos para retar al campeón mundial, lo cual no pudo ser, aunque el resultado se suma a los mejores de mi carrera."
—Cuba tuvo seis representantes en la Copa. ¿Cómo valoras el progreso de tus compañeros con respecto a los demás jugadores del mundo?
—El ajedrez en Cuba es muy fuerte. Sin dudas, falta más fogueo y práctica, aquí hay muchos trebejistas que pudieran ser mejores de lo que son y por falta de torneos, de práctica, no tienen más Elo y están un poco por debajo de la fuerza real que tienen como jugadores.
—Ustedes, por lo general, no cuentan con equipos de entrenadores altamente especializados, como ocurre con la mayoría de las figuras cimeras del ajedrez...
—Siempre trato de tener gente que me ayude, constituye una gran ventaja, claro, en Cuba es diferente, a mí se me hace difícil porque quizá no existe toda la cobertura o preparación necesaria.
"Por ejemplo, en Rusia tienen mucha cultura de entrenadores, de gente experimentada y conocedora del ajedrez y tal vez es más fácil para los jugadores jóvenes encontrar las personas indicadas que los guíe, por eso cuentan con equipos de trabajo tan poderosos.
"No obstante, siempre trato de hacer lo mejor posible y también me preparo con amigos como el GM Aryam Abreu, quien me ha brindado mucha ayuda, y como es jugador activo nos beneficiamos los dos.
"Él ha asistido conmigo, como entrenador, a los torneos más importantes y su ayuda ha sido muy útil, junto a la de otros miembros del equipo nacional que me aportan a la preparación. Trato de aprovechar el buen ambiente que existe entre todos los jugadores cubanos para aprender cuanto sea posible."
—Con frecuencia ha tenido cambios en su apariencia física. ¿Acaso la moda influye en las actuaciones?
—Si en algún momento me presento a jugar con el pelo más largo, corto o con barba, no es siguiendo un estilo, sí trato de ser lo más equilibrado posible, y aunque el ajedrez es muy importante en mi vida y lo disfruto mucho, trato de dedicarme a otras cosas que me gustan como pasar tiempo con mi familia y hacer deporte.
"Siempre me gustó mucho el fútbol, no solo seguir a mis equipos favoritos, sino también practicarlo, lo hago bastante en Güines con mis amigos, lo que me sirve de preparación física. En cuanto a preferencias hace años que soy fiel seguidor del Real Madrid."
—¿Cuándo jugará otro Campeonato Nacional?
—Me encantaría, el tema es que en el ajedrez el Elo no solo marca el ranking de un jugador, igual es importante a la hora de asistir a los torneos.
"En el nacional, por sus características, es casi imposible participar y mantener mi coeficiente. Esa es la única razón por la que ya no juego, por lo demás, estaría encantado de volver a discutir el título. De hecho pienso hacerlo en los próximos años."
—¿En qué medida puede afectar la presión de bajar de los 2 700?
—No siento presión por mantener el Elo por encima de 2 700, trato de ser mejor cada día y profundizar en las distintas fases del juego, por supuesto el Elo es importante, pero al final este es una disciplina que uno tiene que ir perfeccionando y en eso me concentro, en mis partidas.
Cuando por vez primera se escuchó hablar de Leinier, algunos pensaron que darle "bombo y platillo" al naciente Ídolo de Güines podría afectarlo.
Por aquellos años, los expertos avileños David Ruiz Carballido y José Tomás Aguilera Angelino lo vieron desempeñarse y coincidieron en que el muchacho nada tenía que ver con la altanería y la autosuficiencia.
Hoy, con una carrera consolidada, la vida confirma esa verdad. El tres veces titular de Cuba, ganador del Magistral Ciudad de Barcelona (2006), monarca universal en la modalidad de Blitz, en el año 2008, el primer latinoamericano en sobrepasar los 2 700 puntos en el Elo, también es un campeón de la caballerosidad dentro y fuera del tablero, además, muchos de sus admiradores lo consideran símbolo de los trebejistas nacidos en la parte pobre del planeta.
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