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Por Maestro Internacional Daniel Barria (Chile)
Creo que podríamos resumir, asumiendo el riesgo de toda
clasificación, dos formas básicas, diferentes entre si, de metodologías de
trabajo a la hora de entrenar. Uno puede mezclar ambas pero en general una
predomina sobre la otra en los entrenadores.
En esta tendencia,
la pedagógica en si y sus diversos métodos de aprendizaje, son los que
predominan y las materias a enseñar son extraídas desde diversas bibliografías
o fuentes externas. En el mejor de los casos, de alto prestigio, de
"calidad y eficacia contrastada". Dicha tendencia busca, sobre todo,
la comprensión de los contenidos y la empatía con el alumno. Se le proporcionan
con frecuencia ejercicios (resolución de problemas), con los cuales se espera
el desarrollo de sus habilidades. Se trabaja mucho respecto a la autoridad y
erudición deportiva de los grandes pedagogos y jugadores. Se incita a imitarles
a seguir sus ejemplos y recomendaciones, de alguna manera, se promueve la
idolatría para producir un en efecto estimulante en el jugador. Las
"autoridades" normalmente son catalogadas de geniales y resultan muy
difíciles o imposibles de cuestionar.
La psicopedagogía actual, busca en todo momento una
relación optima con el alumno y se procura que éste, en todo momento se sienta
bien, valorado y participe de lo que ocurre en clase, subrayando sus aciertos y
minimizando sus errores ya que de esta forma se le supone mas receptivo a la
hora de asimilar los contenidos. Me atrevo a decir que esta corriente es
mayoritaria y muy prestigiosa; tiene la cualidad de que el entrenador no asume
demasiado riesgo, ya que las ideas que imparte, no son propias en su mayoría,
sino que provienen de las "grandes autoridades". Haciendo esto el
entrenador, en caso de que los resultados no sean óptimos, nunca es realmente
culpable ni responsable final de la inapropiada ejecución de sus enseñanzas ya
que no son suyas en realidad!, sin embargo, sí puede atribuirse merito en caso
de éxito deportivo como un adecuado transmisor – monitor - motivador y creador
de un buen optimo ambiente de trabajo.
En ocasiones se trabajan contenidos de acuerdo al
"estilo" del alumno, lo cual me resulta particularmente extraño; en
vista de que difícilmente un jugador puede tener estilo alguno, cuando no ha
completado sus conocimientos técnicos (esto es intentando cuantificar cuando no
ha sobrepasado los 2300 puntos de Elo FIDE en fuerza de juego equivalentes al
titulo de MF). Esta calificación sobre estilo, entusiasma mucho al alumnado,
por un motivo muy simple: nos permite
equipararnos y hermanarnos através de un mismo estilo así es como por ejemplo
tanto usted como Kasparov pueden ser "jugadores de estilo agresivo".
Esto realmente, aunque suena muy lindo, tiene poco que ver con la realidad.
•Tendencia empírico – práctica:
En esta
tendencia, el entrenador opera en relación a la eficacia y no busca la
comprensión, si no la efectividad en la ejecución del alumno sobre todas las
cosas.
Se observa al
jugador fríamente, se ve que nivel y conocimientos tiene, además de sus
problemas y carencias. Esta forma de trabajo es análoga a la de un facultativo
medico cuando examina a un paciente y receta un tratamiento. El objetivo es el
óptimo estado de salud del paciente, no
es del todo imprescindible, ni la empatía ni tampoco la comprensión del
tratamiento por parte del paciente, pueden darse, pero no son objetivos
primordiales del entrenador. –De la idolatría o el apoyo en grandes
autoridades, se ocupa muy poco o nada, ¿ha visto usted a un medico citar a un
paciente a algún genio anterior o contemporáneo para animarle o dar mas
credibilidad a su tratamiento? - La pedagogía tradicional tiene poco espacio en
este método, ya que la idea inmediata, no es educar al paciente (si bien toda
experiencia vital resulta educativa) si no que es mejorar su rendimiento - Los
conocimientos son adquiridos y transmitidos fundamentalmente basándose según la
experiencia propia y personal tanto del entrenador como del alumno y las
fuentes externas se utilizan a modo de fríos datos.
Difícilmente se toman ideas o conclusiones externas como
referentes si no que se analizan la mayor cantidad de datos posibles y se
extraen hipótesis de trabajo que son cuanto antes sometidas a la
experimentación practica. Este método es menos frecuente estadísticamente que
el anterior por varios motivos, la mayoría bastante obvios, pero aun así
podemos mencionar algunos: el mayor riesgo relativo del entrenador al
transmitir conocimientos y puntos de vista realmente personales, la mayor
dificultad e inversión de tiempo para adquirir estos mismos y podríamos también
admitir que nuestra naturaleza social plantea cierta resistencia instintiva a
la hora aprender de forma distinta a la de todos los demás. Aún cuando un
razonamiento muy básico, pero certero, nos indica que si todo el mundo aprende
lo mismo que nosotros nunca lograremos ninguna ventaja competitiva.
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